Pensando en alternativas: El fin del crecimiento

El fin del crecimiento


ALAI, AméricaLatina en Movimiento

Carmelo Ruiz Marrero

En círculos ambientalistas prevalece, de maneracasi incuestionable, la idea de que las medidas de eficiencia y las fuentesenergéticas renovables nos sacarán de las crisis ambiental y energética. Perocomo dije en un escrito reciente (“Más allá del capitalismo verde”), pretenderresolver estas debacles con adelantos tecnológicos, sin cuestionar la economía delcapitalismo, sólo acelerará la destrucción ambiental y el agotamiento de losrecursos naturales. Para entender la futilidad del capitalismo “ecológico” esnecesario conocer la Paradoja de Jevons.

Esta paradoja lleva el nombre del economistabritánico William Stanley Jevons, quien a mediados del siglo XIX llevó a caboun minucioso estudio sobre la economía del carbón, el cual concluyó que esterecurso se acercaba a su agotamiento. Según Jevons, el constante aumento en elconsumo de carbón agotaría las minas inglesas en un futuro no muy lejano. Elpronosticaba lo que hoy se conocería en inglés como “peak coal”.

Jevons observó con detenimiento el efecto de larecién inventada máquina de vapor de James Watt, y cómo su uso revolucionó laeconomía inglesa. Ya que esta novedosa máquina usaba carbón mucho máseficientemente que diseños anteriores, se entendía que ahora Inglaterrareduciría su uso de carbón. Pero Jevons notó que ocurrió exactamente loopuesto, la máquina de Watt lo que hizo fue viabilizar un aumento en el consumodel carbón. Jevons publicó este hallazgo en 1865 en su libro “The CoalQuestion”, y desde entonces el fenómeno se le ha conocido como la Paradoja deJevons.

Nadie le hizo caso a “The Coal Question”,principalmente debido a que en las postrimerías del siglo XIX el carbón fuedesplazado por otra fuente energética fósil más útil y conveniente: elpetróleo. Pero al igual que el carbón, el petróleo no es renovable. La idea deque el petróleo se agotaría tuvo que esperar hasta 1956, cuando M. KingHubbert, geofísico de la compañía Shell, presentó su ahora famosa tesisconocida como “peak oil” o “Hubbert’s Peak”. Pero ese no es el tema de hoy.

La Paradoja de Jevons quedó relegada alolvido hasta que en la década de 1980 los economistas Daniel Khazzoom y LeonardBrookes la aplicaron a la realidad energética contemporánea, y la usaron paraargumentar que los adelantos en eficiencia energética aumentan el consumo deenergía. En 1992 esta tesis fue examinada por el economista Harry Saunders,quien la bautizó como el Postulado Khazzoom-Brookes. Saunders demostró que estepostulado es consistente con la teoría económica neoclásica bajo una granvariedad de premisas.
La revolución punto com

Este fenómeno es especialmente evidente en elboom de las computadoras y la Internet, que podemos llamar la revolución puntocom. Se ha argumentado que el aumento explosivo en el uso de computadoraspersonales, en especial las falderas (laptops), ha sido bueno para el ambienteporque el número creciente de artículos, boletines, folletos, revistas,periódicos y hasta libros que hoy están disponibles solamente online significaque se cortan menos árboles para hacer papel para ediciones impresas.

También aparenta ser buena para el ambiente estarevolución electrónica porque muchas mercancías que antes tenían forma físicaahora son intangibles. En lugar de uno hacer un viaje en carro- que gastacombustible fósil- a una tienda para comprar música y películas en discos deformato CD y DVD- cuya manufactura requirió el uso de energía y recursosminerales y cuya transportación de la fábrica a la tienda usó combustiblefósil- uno los recibe directo a la computadora, sin haber comprado un artículofísico. ¿Acaso entonces este comercio electrónico no es sano para el ambiente?

Pero la revolución punto com ha tenido un impactoambiental estremecedor. La fabricación de tantas millones de computadorasfalderas y de escritorio, teléfonos celulares, Blackberries, iPhones, iPods,aparatos MP3, etc. requieren de la minería de hierro, aluminio y mineralesraros como el coltan. La revista Biodiversidad, Sustento y Culturas hadocumentado ampliamente en ejemplares recientes las intensas luchas popularesque están tomando lugar contra proyectos mineros por todo Centro y Suramérica.Y difícilmente estaría tomando lugar hoy una guerra en la República Democráticadel Congo, que ha tomado millones de vidas en unos pocos años, de no ser porsus masivos depósitos de minerales como cobre, cobalto y coltan, esencialespara la manufactura de alta tecnología.

Existe apenas una actividad humana másdestructiva del ambiente y de vidas humanas que la minería, especialmente si esa cielo abierto. Sería interesante averiguar hasta qué punto los nuevosproyectos mineros han sido instigados por la creciente fabricación decomputadoras y aparatos de comunicación inalámbrica.

La minería requiere de una infraestructura detransportación masiva para trasladar los minerales extraídos a la fundiciónpara su conversión en lingotes y a su procesamiento en piezas de manufactura.Estamos hablando de autopistas, ferrocarriles, megapuertos, y dragado ycanalización de ríos para facilitar el movimiento de estas materias primas(piensen en la Hidrovía del Paraná, el plan IIRSA en Suramérica y el PlanPuebla Panamá en Mesoamérica). La construcción de infraestructura de transportees una de las principales causas de destrucción de hábitat natural,especialmente ecosistemas estuarinos, como humedales, ciénagas y manglares, porlo frágiles que son. Y por supuesto, el transporte de todo ese material porcamión, tren y barco utiliza combustible fósil- como diesel y bunker C-exacerbando así el calentamiento global.

Las fundiciones (como las que convierten elhierro en acero y la bauxita en aluminio) son voraces consumidoras de energía.De hecho, una parte considerable de la electricidad generada por represashidroeléctricas en Brasil y Africa la consumen fundiciones de aluminio. Despuésviene la manufactura per se, y está muy bien documentado que las maquiladorasque fabrican computadoras y teléfonos celulares generan grandes cantidades decontaminación tóxica.

Y después está el uso de estos aparatos. Seríameritorio ver si alguien ha hecho algún estudio de cuánto ha aumentado lademanda de electricidad en el mundo entero debido a la revolución punto com. Seha dicho que el mayor usuario de electricidad en el mundo es Google. ¿Cuantosmegavatios de electricidad se necesitan a diario para mantener operando nosolamente tanta computadora personal sino también los bancos de computadoras delos servidores de compañías como Google y Yahoo, para el beneficio de usuariosde YouTube, Facebook, eBay y Amazon? Electricidad que viene de compañíaseléctricas que usualmente se sirven de fuentes contaminantes como gas natural,carbón y energía nuclear.

¡Pero no he terminado aún! Nos queda todavíala disposición de todas estas maquinitas cuando se convierten en basura. Segúnla organización Silicon Valley Toxics Coalition (SVTC), hay 500 millones decomputadoras obsoletas en EEUU, 130 millones de teléfonos celulares sonarrojados a la basura anualmente, y sólo 10% de las computadoras obsoletas sonrecicladas. 80% de la basura electrónica generada en EEUU es exportada a paísesempobrecidos. Según datos de SVTC, hay un gran tráfico internacional de basuraelectrónica de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón a destinos comoArgentina, México, Brasil, China y Nigeria.

Ese es, en breves palabras, el saldo ambiental dela revolución punto com. Es un buen ejemplo de la Paradoja de Jevons: mientrasmenos cueste fabricar una computadora o teléfono móvil, más de éstos sefabricarán, desatando un vicioso espiral de oferta y demanda que multiplica eltamaño de nuestra huella ecológica. Este mismo cuadro también se da en laindustria automotriz y en todos los demás sectores de manufactura.
¿Capitalistas buenos?

Las implicaciones para el movimiento ecologistason devastadoras. Esto significa que los buenazos ecologistas que se han puestoa ayudar a compañías capitalistas a reducir su uso de materiales y energía ygeneración de desperdicios lo que han hecho en realidad es facilitar futurasrondas de crecimiento. Viene a la mente el trabajo de Paul Hawken y la parejade Hunter y Amory Lovins, autores de un manifiesto eco-capitalista cuyo títuloes una provocación deliberada: “Natural Capitalism”. El libro es un llamado alsector empresarial a adoptar un nuevo paradigma de negocios que incluye laeco-eficiencia. Pero teniendo en cuenta la Paradoja de Jevons, los llamados ala eco-eficiencia dentro de un sistema capitalista son tiros por la culata.

¿Creen que en el capitalismo existe cabida paraalgo que no sea crecer, crecer y crecer? Imagínense un jefe de una corporacióndiciéndole a sus accionistas y junta de directores algo como esto: “Creo queesta empresa ha llegado a su tamaño óptimo. Debemos parar nuestro crecimiento.Tenemos que contentarnos con lo que tenemos. Los dividendos están buenos y creoque no podemos pedir más.” ¡Lo botarían! O si no, los accionistas lodemandarían por incumplir su deber fiduciario, y la ley estaría del lado de losdemandantes. Es por esto que no podemos esperar que capitalistas “buenos”vengan a nuestro rescate.

En la excelente película The Corporation aparececomo héroe el empresario Ray Anderson, cuyo encomiable ejemplo aparentementerebate lo dicho en el anterior párrafo. Anderson es jefe de la compañíaInterface, que bajo su liderato se ha convertido en todo un ejemplo deactividad económica responsable con el ambiente. Pero desafortunadamente porcada Ray Anderson debe haber como diez empresarios más que trataron de cambiarel rumbo de sus compañías pero que no pudieron por la oposición de susaccionistas y otros factores. Y por cada empresario que trata sinceramente deoperar de manera ambientalmente sustentable hay como diez más que no les importala sustentabilidad para nada.

Por muy positivo que sea el ejemplo de Anderson,no podemos esperar por la acción voluntaria de las corporaciones para salvar elplaneta de la hecatombe ambiental. Si la cosa fuera voluntaria, lógicamente lagran mayoría de las corporaciones escogerá no hacer nada.

En resumidas cuentas, el capitalismo no escompatible con la protección ambiental porque se fundamenta sobre elcrecimiento- crecimiento de ganancias, de actividad económica y crecimientoeconómico en general. Es inconcebible que la clase capitalista renuncievoluntariamente al crecimiento.
Locos y economistas

El crecimiento, sin embargo, es algo tan básico ytan sagrado en la profesión del economista que cuestionarlo implica poner patasarriba varias de las premisas más preciadas de su campo. Pero la realidadfísica de los límites del planeta se impone. Comentando sobre esta disyuntiva,el perspicaz Kenneth Boulding dijo una vez que “el que piense que elcrecimiento puede continuar ilimitadamente en un mundo finito o está loco o eseconomista”. Boulding sabía de qué hablaba, era economista.

La crisis ambiental y la paradoja de Jevonspresentan, por lo tanto, un reto adicional a la izquierda progresista. Alproyecto de justicia económica y redistribución de la riqueza, que es su razónde ser, hay que añadir la reducción de la huella ecológica, algo que es posiblesolo mediante una reducción en la actividad económica.

Los economistas dirán a coro que encoger laeconomía provocaría un ruinoso descalabro mundial. Y bien pueden tener razón.Según el educador ambiental George Monbiot, la reducción en actividad económicanecesaria para prevenir el peor escenario del calentamiento global significaríauna depresión mundial de proporciones nunca vistas en el mundo moderno. Una vezleí por ahí- a manera de chiste- que el ambientalismo es el primer movimientoque propone bajar el nivel de vida.

Esto significa que la izquierda deberá dedicarseno solamente a repartir equitativamente el pastel de la riqueza económica a lavez que lo va encogiendo sino que también debe distribuir de manera igualitarialos riesgos, costos y responsabilidades que enfrenta la humanidad ante elcalentamiento global y otros desafíos ambientales.

Afortunadamente entre los economistas (a quienesacusé de locos unos párrafos atrás) hay un pequeño pero creciente número deellos que entienden esta realidad. Ellos conforman el campo de la economíaecológica, una disciplina que cuenta con Herman Daly, NicholasGeorgescu-Roegen, E. F. Schumacher, Hazel Henderson, Joan Martínez Alier y elya mencionado Boulding entre sus máximos exponentes. Y desde la izquierdaestadounidense vemos un pequeño pero creciente movimiento ecosocialista quecuenta con pensadores de avanzada como Joel Kovel, Stan Cox, James Bellamy Foster,y la influencia del inolvidable Murray Bookchin. Sus escritos y debatesaparecen en las páginas de publicaciones como Synthesis/Regeneration,Capitalism Nature Socialism y Monthly Review.
¿Y la izquierda?

Por desgracia, la izquierda progresista latinoamericanano parece estar a la altura de este reto. Se aferra a la mentalidaddesarrollista del siglo XX; idolatra a la ciencia y la tecnología, lo cual leimpide tener una visión crítica ante las nuevas tecnologías; sus posturas antela problemática ambiental oscilan entre la inconsistencia y el oportunismo; yestá anquilosada en el paradigma cartesiano reduccionista, lo cual impide laurgente transición a una visión de mundo holística y verdaderamente ecológica.Y peor aún, rara vez acepta crítica alguna. Se trata de una prédica estancada yobsoleta que no presenta riesgo real al status quo capitalista.

El que lo dude sólo tiene que ver la pasmosafacilidad con que tantos “comefuegos” izquierdosos de antaño se han integradogustosamente a las maquinarias oficialistas de gobiernos suramericanos que secantan de izquierda pero que en realidad le están dando respiración artificialal modelo neoliberal. Sería injusto tildarlos de malvados o imbéciles (aunque amenudo lo parecen), el problema real es la bancarrota intelectual de los viejosmodelos arterioscleróticos.

Como dije en mi libro “Balada Transgénica”, lasnuevas corrientes de pensamiento y nuevos movimientos alternativos,ecologistas, comunitarios, campesinos, indígenas, urbanos, juveniles, blogueros,post-patriarcales, multiculturales, etc., no se conforman con el modelomarxista tradicional y desafían etiquetas y categorizaciones fáciles. Si laizquierda quiere tener alguna relevancia y hacer alguna aportación a lacreación de una sociedad ecológica, solidaria, post-capitalista ypost-industrial deberá emprender un difícil pero necesario diálogo y debateinterno para gestionar la transición a una nueva visión de mundo. Pero rápido,que nos quedamos sin planeta.
Carmelo Ruiz Marrero es autor, periodista y educador ambiental,y director del Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico (http://bioseguridad.blogspot.com/).Es también creador de la página web Haciendo Punto en Otro Blog (http://carmeloruiz.blogspot.com/).

REFERENCIAS:

Cox, Stan. “Sick Planet: Corporate Foodand Medicine” Pluto Press, 2008. http://sickplanetbook.com/
Dardozzi, Jeff. “The Specter of Jevons’Paradox”. Synthesis/Regeneration #47, 2008. http://www.greens.org/s-r/47/47-05.html
Hawken, Paul, Hunter Lovins y Amory Lovins.“Natural Capitalism: Creating the Next Industrial Revolution”. Back BayBooks/Little Brown & Co., 1999.
Monbiot, George. “One Shot Left” 25 noviembre2008. http://www.monbiot.com/archives/2008/11/25/one-shot-left/
Ruiz Marrero, Carmelo. “Balada Transgénica:Biotecnología, Globalización y el Choque de Paradigmas” Proyecto deBioseguridad de Puerto Rico, 2005.
Schweickhart, David. “Is SustainableCapitalism an Oxymoron?”. Synthesis/Regeneration #47, 2008. http://www.greens.org/s-r/47/47-05.html
Silicon Valley Toxics Coalition. “GlobalE-Waste Crisis” http://www.etoxics.org/site/PageServer?pagename=svtc_global_ewaste_crisis
Varsavsky, Martin. “Google is the largestconsumer of electricity in the world” http://english.martinvarsavsky.net/general/google-is-the-largest-consumer-of-electricity-in-the-world.html
White, Brian. “Google is green- except when itcomes to power consumption” http://www.bloggingstocks.com/2007/12/28/google-is-green-except-when-it-comes-to-power-consumption/

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